Se trata de una reforma de cocina y baño para una pareja joven que pretendía usar la vivienda como segunda residencia.
Teniendo una madera oscura como base, se intentó dar luz a la vivienda con armarios de cocina y encimeras en tonos claros. Se colocaron tiradores negros para dar un toque mas juvenil.
En cuanto al baño, la premisa era conseguir un baño sencillo y muy neutro, por lo que se escogió un azulejo y una plaqueta de color natural. Para no quietar el protagonismo a la base, se escogió un mobiliario blanco.
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